Algunos poemas que no llevan aún melodía, y desordenados en el tiempo

 

 

 

De repente

encuentro un recodo con su holor,

recodo que no debió ver el agua

mi piel no es sólo mia.

 

Una línea blanca,

cinta recta que se abre camino,

ignorante y poderosa,

atraviesa paisajes desatada.

(2003)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ese humo que entra, asesino

y te deja esa cara tan noble,

cuando luchas con tus párpados,

en una serena resaca clarificante.

 

Te escucho mejor si tengo yagas, en las manos,

el terreno es arduo y la vista simple,

me subo a las farolas en las calles,

como si la mañana me contara un chiste.

(2002)

 

 

 

 

 

La sombra se cierne sobre este papel

en esta campa a vaciar por el sol;

llegó la luna, vinieron los fríos,

en la estepa hay reflejos de tu iris.

(2002)

 

 

 

 

 

 

 

 

Dijiste: ”ven mañana”

y mañana fui

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En esta la quinta hora,

unas manos acarician un vientre,

unas risas rompen los tiempos

donde las dudas se extienden.

 

Refugio íntimo y triste,

donde el laberinto de engañosas paredes

perece ante la lógica de lo simple

y fácilmente comprensible.

 

Por fin un tormentoso día es humano,

y ante la distorsión lozana,

un punto aparece claro.

(1999)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Y si recordáramos el futuro?

¿Y si los trescientos tejados rojos fueran uno?

¿Y si los Dioses huyeran?

¿Y si el hombre irracional fuera sensato?

 

Un número, un nombre, una fecha,

Otra fecha, un tiempo, un lugar.

 

 

¿Y si las mentiras fueran visibles?

¿Y si lo Visible fuera la mentira

que alguien creó?

¿Y si las rectas se curvaran?

¿Y si lo fortuito no fuera más

que otra ciencia?

 

Un número, un nombre, una fecha,

Otra fecha, un tiempo, un lugar.

 

 

 

 

(1999)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se reía;

y parecía, que con cada risa,

se muriera un poco más.

 

Nunca vi;

algo tan triste y tan puro.

En su interior, sabía que caía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VENTISCA

 

Ventisca, lluvia,

meadas, cristales, paliza,

un ordenador inmenso,

risas histriónicas.

 

el discurso del año,

comando salvador,

quiero mirar a los ojos

a todos los líderes.

 

Puedes creer o no,

ellas nunca defraudan,

y bueno, señoría,

a las pruebas me remito.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No encuentro un sentimiento loable,

pero lo cierto es que sí hay vida;

la había en los ritmos del sol,

en la fuente de gente había.

 

 

 

 

 

.

 

 

 

 

 

 

 

 

Tu y yo sabemos lo que es esto;

los demás que esperen fuera,

aquí es lo que sentimos,

nuestra verdad y el universo.

 

No está estudiado, es puro,

es una lámina blanca,

dos bocetos mirando al mar,

tu y yo sabemos lo que es esto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dime qué pasa,

cactus del desierto, lo sabes,

me perdí algo, crucial, lo sabes,

mientes, confesor, humo traicionero.

 

Es como un rastrillo, picado,

por allí sacan bebidas,

me autoexcuso, idiota,

sin sol no amanezco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lo mismo me salían

estrellas de los zapatos

como si fuera un jabalí

pude correr por los castaños.

 

Lo mismo rompí barreras,

alguien me colocó enfrente,

inquietudes de luz,

de gatos delgados y horas pobres.

 

Lo mismo me quedan analgésicos,

tengo la mente seca,

sangrando lágrimas de pureza,

en puntos intermitentes.

 

Lo mismo soy del hemisferio Norte,

de la Tierra,

de entre paredes y colores,

la complacencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ya sólo puedo desar suerte,

¡buena suerte transeúnte!

yo debo irme a mi casa,

para el quehacer del nada hacer de las noches

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ojos abiertos, desgranad más allá de la palabra.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Que relativo es todo,

y ahora me he dado cuenta,

cuando una moneda al aire,

se ha perdido en la tormenta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buscar lo inexacto es encontrar lo desconocido

 

 

 

 

 

 

 

 

Se conocieron buscando colillas

encontraron un extraño caramelo

y mil mariposas salieron

de entre las rendijas,

encintas de tanto color

 

 

 

 

 

 

A veces encuentras algo bueno,

Y todo se vuelve sorprendente,

El mundo está lleno de espejos